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Osteopatía durante el embarazo

Cada vez más mujeres acuden a su osteópata para que las ayuden a preparar la progresión de su embarazo y el parto inminente. La osteopatía tiene mucho que ofrecer ya que durante el embarazo la madre presentará cambios en  la postura que mediante técnicas osteopáticas pueden ayudar a estas adaptaciones posturales. Durante los 9 meses que dura el embarazo, son numerosos los cambios que desarrolla el cuerpo de la madre, aumenta la demanda del sistema circulatorio por la demanda del feto; aumentan las concentraciones de progesterona que también contribuye a la retención de líquidos y la congestión, también es responsable de modificaciones en la caja torácica, aumenta el ángulo costal, el perímetro torácico y el desplazamiento diafragmático.

Además de la progesterona, se suma el efecto de la relaxina, una hormona sintetizada por el cuerpo cuya función principal es la relajación de los ligamentos pélvicos, sinfisis púbica, cuello uterino y útero para la preparación al parto. 

Es decir que habrá una alteración constante de la postura de la madre con un desplazamiento anterior del centro de gravedad y un aumento de la lordosis lumbar. Que, a su vez nos aumentará la cifosis dorsal y la lordosis cervical. El aumento de la lordosis lumbar se acompaña de un incremento del ángulo de inclinación pélvica que afectará la tonicidad muscular para mantener la postura erecta.

Es por todos estos cambios que muchas mujeres sufren dolores de espalda durante el embarazo, entre un 50-82% sufren lumbalgia con ciática.

Además, existen técnicas para trabajar sobre el útero gestante como parte de la preparación al parto. El útero es un saco muscular que debe contraerse para poder expulsar el feto y por tanto, debe estar en condiciones óptimas igual que los ligamentos del útero; todo esto puede tratarse mediante técnicas viscerales específicas para embarazadas.

En resumen, la osteopatía es una gran ayuda para las mujeres embarazadas, un buen seguimiento puede hacer que las madres se sientan mucho más seguras y que tengan un mayor control sobre su postura y elasticidad del útero, el periné y la musculatura del suelo pélvico que van a ayudar durante el expulsivo.