Hernia Discal
Las
hernias discales y las protusiones discales suponen una de las patologías con
mayor índice de bajas laborales de nuestro país, provocando mucho dolor e
incapacidad funcional. si realizamos un correcto tratamiento
osteopático se corrigen las posturas nocivas y nos empezamos a mover
correctamente, el dolor desaparecerá.
El
disco intervertebral
es una almohadilla que se encuentra entre cada una de las vértebras que
componen la columna vertebral. Está formado por una parte central, el
núcleo pulposo y una parte periférica, el anillo fibroso.
El
núcleo pulposo está compuesto por una
sustancia gelatinosa transparente que contiene un 70-90% de agua y un 15-20%
colágeno y por tanto muy hidrófila. Es el encargado de la amortiguación de la
columna.
La
parte periférica, el anillo fibroso está conformado por una sucesión de capas
fibrosas concéntricas de colágeno que se van haciendo más oblicuas conforme se
acercan al centro; en contacto con el núcleo, para protegerlo y así impedir
cualquier exteriorización de la sustancia del núcleo. Se encargan de dar
estabilidad entre las vértebras.
Cuando
el disco intervertebral es joven tiene un aspecto húmedo que va desapareciendo
con la edad; se va deshidratando, lo que limita su capacidad protectora y
supone una degeneración.
¿Qué puede acelerar el desgaste?
- Tensiones repetidas que lo pueden desgarrar.
- Traumatismos
- Movimientos repetitivos de rotación
- Obesidad
- Factores genéticos
- Posturas incorrectas
- Levantar pesos
- Falta de movimiento
- Mala alimentación
- Tabaquismo
¿Cómo podemos mejorar?
1- Ejercicio físico: Debemos
intentar mantenernos activos llevando una vida equilibrada, ejercicio físico
adecuado a nuestra condición física, evitando los deportes de impacto y
reforzando la musculatura. Muy importante poner énfasis en los estiramientos
globales, que son los grandes olvidados en muchos deportes, necesitamos músculos
fuertes y elásticos que nos permitan desarrollar toda la amplitud articular y
toda la fuerza.
2- Alimentación:
Debemos mantener una alimentación equilibrada, rica en alimentos frescos,
frutas y verduras de temporada y evitando los procesados. Así mantendremos una
dieta más alcalina y por tanto más favorecedora de la recuperación celular.
Recordad beber agua.
3- Equilibrio mental y emocional:
Sentirse bien con uno mismo es el pilar fundamental para una vida sana. A veces
podemos sentirnos desanimados por el dolor de espalda, pero no podemos dejar
que nos domine, debemos intentar fijarnos objetivos de mejora a corto plazo y
mantenernos en este pensamiento. La paciencia es fundamental en los procesos de
sanación; el cuerpo necesita tiempo y espacio para sanarse. La hernia discal no
apareció de un día para otro y el dolor puede ser muy limitante, pero se
paciente y mejorarás. Relájate, pasea por el campo, pinta, baila, lee, haz algo
que te distraiga y te aporte bienestar.
Busca ayuda
A
veces puedes necesitar ayuda de un buen profesional, dietist@, psicólog@,
entrenador@, osteópat@, fisioterapeut@
Desde
el punto de vista osteopático te ayudaremos a
mejorar tu postura, reequilibrar y ajustar las articulaciones y los músculos.
Reequilibrar el sistema nervioso y vascular. Mejorar todo tu cuerpo
globalmente.
Pero
recuerda el cuerpo necesita tiempo y espacio.
¿Estás dispuesto a dártelo?
¿Quieres cambiar tus
hábitos insanos?
¿Sientes miedo?
¿Qué emociones te
acompañan?
¿Qué te impide cambiar?